Aire fresco, ganas de emprender y toda una vida por delante. Pasión de principiante, la más pura de las pasiones. Ganas de hacer proyectos, aprender, compartir y conocer gente nueva.
Menos barreras y más cooperación. Si la sociedad ha alcanzado tal grado de desarrollo es gracias al trabajo en equipo y no a las creencias limitantes.
Nueva etapa, incertidumbre, miedo y estrés. Exámenes finales que tanto miedo infunden y ganas en aumento de volver a verano. ¿ Qué sería del verano sin la universidad?
Son como uña y carne, a falta de uno la moral te impide disfrutar al máximo del otro. Se complementan y por tanto se otorgan matices respectivamente.
¿Qué mejor sensación que acabar el último examen y celebrarlo por todo lo alto con toda la clase?
Sabe mejor llorar y reír en compañía.
Mientras no pierdas las ganas, progresarás sin darte cuenta y un día de estos habrás terminado la carrera.
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