Cuando todo va bien

    Las piezas del puzzle empiezan a encajar de repente. Te sientes enérgico e imparable. todo lo que haces, te sale bien. No te duele la cabeza, no estás cansado y sonríes sin querer.

Esos días son pequeños regalos del trabajo constante; resultado del sufrimiento y el esfuerzo anterior. Pequeñas dosis de seguridad que reafirman tus pasos; son como un oasis en medio de un desierto gobernado por el miedo y la incertidumbre.

Disfrútalos, pero no te aferres a ellos; igual que vienen se van.

¿Cómo sabrías que es un buen día, si nunca hubieses tenido uno malo?

Reflexiones de un egoísta

  Se infla como un pez globo y se deshace cual castillo de arena en un día con viento. Cuando más lo necesitas, te abandona; es un mero espejismo, como aquel amigo que echas en falta en tus días más negros.

Lo sé, parece real; te da fuerza y te sientes a gusto a su lado; fortaleza inexpugnable frente al mundo exterior. Es difícil resistirse, pero mantente firme y actúa con calma. Si lo alimentas vendrá acompañado de vanidad, orgullo y soberbia; sus tres mejores amigos.

¿Quieres un amigo fiel?

Practica la humildad y forja tu autoestima desde sus cimientos. Ser novato implica tener un amplio margen de progreso. Acepta tu situación y actúa en consecuencia.

El problema de los problemas

 Todo va bien, hasta que aparece un problema. Impacto directo al perfeccionismo, fuente de energía negativa y tendencia al estancamiento en el pasado; "si hubiese..." "si no hubiese...".

Pero el problema ya es un hecho; tienes una única opción: aceptarlo y solucionarlo cuanto antes. 

Desde una perspectiva positivista, tener un problema es buena señal. Tomate un respiro y intenta responder a la siguiente pregunta: ¿ Puede existir un problema no dependiente de sujeto u objetivo? 
Un problema confirma que avanzas hacia algún sitio, por tanto vas en la dirección correcta.

Ahórrate ilusas recreaciones que escapan a tu influencia. Deja la rabia aparte, solo conseguirás alimentar tu ego. La pregunta clave es : ¿ Qué puedo hacer ahora mismo para mejorar mi situación?

Disfruta la calma y estate a la espera de la siguiente tormenta.

Yo

  Ser, estar, observar y no juzgar. ¿ Dónde queda el antes y el después? Meras ilusiones del ahora, preocupación innecesaria. Marionetas emocionales como barcos arrastrados por la corriente mar adentro. Dirección: Las profundidades de la incosciencia, la no presencia.

Coge el timón y dirige tu atención. No eres ira, tristeza o ansiedad. Tampoco eres alegría, diversión o ausencia de problemas. Trasciendes todo estado transitorio.

¿Cuál es el secreto? Cuando comas, come. Cuando hables, habla. Cuando duermas, duerme.

Simplemente estás presente.

El placer del recuerdo

   Llega la noche y la ciudad duerme. Calles desiertas, parques sin vida y mentes melancólicas que dificultan el sueño. 
Siervos de la pasión que ocupan bancos como mágicos fortines, lejos del tiempo y el espacio. De lo básico a lo mágico.

Lo que fui y ya no soy. Errar para avanzar. Miedo y confusión a cambio de seguridad y certeza.

Que a gusto se duerme cuando no te arrepientes de nada.