Hoy su rostro reflejaba
indiferencia, pero en el buen sentido de la palabra. Se armó con el maletín
negro que le regaló su padre antes de morir y salió dirección al garaje. Cogió
un trapo y sacó brillo al casco de la moto que tanto le gustaba; tras dejarlo
impoluto, se lo puso y salió a la calle cual caballero medieval, pero sin moto.
Se sentía raro, como de otro planeta. A través de la visera podía ver a la
gente chateando con sus móviles, devorando comida rápida y bebiendo alcohol
como si no hubiera un mañana. Un escalofrío le recorrió el cuerpo de la cabeza
a los pies, pero decidió continuar su trayecto. Después de tres días caminando
tenía los pies entumecidos y su cuerpo en general le pedía un descanso. Ya
quedaba poco, no había tiempo que perder. Podía oler el mar desde su posición y
le recordaba a los paseos en la barca de su padre cuando él era pequeño. Llegó
enseguida a la orilla y acto seguido dibujó un círculo en la arena con una rama
caída de un árbol. Se colocó en el centro en posición de flor de loto y comenzó
a meditar. Ya llegarían tiempos mejores.
miércoles, 23 de diciembre de 2015
martes, 8 de diciembre de 2015
Elecciones generales.
Políticos, sofistas y juegos de palabras. Argumentos relativos que navegan sin rumbo fijo en un mar donde las grandes empresas soplan con fuerza. Es así de simple, gente con mucho dinero y esclavos con pocos recursos. Manipulación mediática, dictadura en cubierta. País subdesarrollado, falta de opinión crítica y pseudolibertad. Fuga de cerebros, jerarquía natural.
¿Y "tú", a quién vas a votar?
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