Es curioso el ser humano, cuando tenemos calor queremos frío y cuando llega el invierno ya estamos contando los días que faltan para verano. Si estamos aburridos queremos diversión, si estamos sobreexcitados queremos relajación, si estamos solos queremos compañía y si estamos en compañía anhelamos soledad.
Mi generación es inconformista por naturaleza, todo este panorama es causa de la ausencia de un termino medio, nos gusta experimentar los extremos: "un poquito mas".
Supongo que algún día de estos aprenderé a conformarme ya que me esfuerzo por valorar mi presente, pero me resulta difícil, será cosa de la edad y las hormonas.
Algo que envidio es la mirada de las personas mayores, una mirada que parece intentar decirte las reglas del juego de la vida, sus límites y sus atajos.Son personas que caminan por la delgada linea del termino medio con la paciencia como una virtud imperante en sus rutinas.
Y como era de esperar, acabo mi reflexión deseando tener más experiencia, sabiendo que cuando sea mayor querré volver a ser pequeño para poder reescribir mi vida.
Últimamente tengo muchos fallos de principiante, pero ahí reside la magia del aprendizaje de la vida y más de uno mataría por poder cometer mis errores por primera vez.
La experiencia y la memoria son un arma de doble filo.
