lunes, 25 de enero de 2016

Concierto a media noche.



¿Y qué más da cuando todo va al compás? Los roles están claros y las ganas de tocar no faltan. La vergüenza y el sentido común descansan ya por el suelo del teatro. Las gradas, como el atril, vacías, pero el concierto sigue in crescendo. Armonía y caos entre intervalos musicales. Silencio.

No hay aplausos, pero los músicos jadean de puro agotamiento. Do mayor, fin del concierto.