lunes, 24 de agosto de 2015

Lo evidente

La pandemia del siglo XXI se expande silenciosamente por la totalidad del globo terráqueo. Su efectividad se debe a que cubre una necesidad básica del ser humano, es decir, estar en contacto constante con la sociedad. Somos seres sociales por naturaleza, pero es obvio que los extremos no nos favorecen.



En mi opinión no es más que un vano intento por vencer la básica crisis existencial de la soledad, imperante entre los adolescentes y no tan adolescentes. Mas allá de tratar de solucionar ese problema, un mal uso de las redes sociales y los servicios de mensajería instantánea aumentan ese sentimiento tan odiado.

No dudamos en afirmar que la soledad es algo negativo, pero:

¿Qué hay más positivo que no depender de nada ni de nadie?


No hay comentarios:

Publicar un comentario