Siempre viene sin previo aviso, por eso ilusiona. Si él no te busca a ti, déjalo estar, no insistas. Igual que viene se va y si intentas retenerlo se desvanece, ahí reside su magia. Disfrútalo y no malgastes tiempo intentando conservarlo para siempre: Carpe diem.
Esa canción que te pone los pelos de punta, ese perfume que te incita al delirio y ese lugar que tiendes a frecuentar cuando te invade la nostalgia. El cerebro humano suele retener las experiencias más intensas. No huyas y aprende a ponerlo a tu servicio como fuente inagotable de motivación.
Son detalles, caricias, besos, risas, miradas que lo dicen todo y palabras que no quieren decir nada. No intentes complicar más las cosas, es cuestión de conexión emocional. Tienes ganas de exprimirlo, te entiendo, pero no es infinito y cuanto más lo gastes menos dura.
Entre tú y yo, no tengas miedo, si lo comprendes no podrá hacerte daño, es su punto débil.
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