martes, 1 de septiembre de 2015

No es signo de buena salud el estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma.


     Muchas veces me preguntan porque quiero estudiar psicología pero nunca llego a responder. 

Una persona que no es libre, no es persona, al menos dentro del concepto de ser humano actual. Puedes elegir la soledad consciente, pero no es justo intentar relacionarte con el mundo exterior y no ser capaz de ello. Puedes tener un mal día, pero a nadie le gustaría estar en una depresión constante.

Lo peor es que se suele culpar al enfermo de su enfermedad. Suelen suceder dos situaciones, la persona nace con la patología o esta se crea con ayuda del entorno a lo largo de su vida. 
Recordemos que un bebé es como una esponja y su educación va a determinar su futuro junto con el ADN.


Pues bien, yo quiero ayudar a personas extraordinarias. Siempre he pensado que para aprender hay que mirar más allá de lo normal.


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